dia, pues que estos progresos son siempre proporcionados á la propagacion de las luces. No teniendo conocimiento de las obras y de las mejores ediciones que hay de cada una, no es posible profundizar en las ciencias. La bibliografia pone á nuestra vista todas las riquezas literarias, sin cuyo auxilio no podria hacer nada aun la imaginacion mas fecunda.
Tan necesaria es la bibliografia á todas las ciencias, como las nomenclaturas son á cada una en particular. Es, dice Mr.
Quérard, el hilo destinado para guiarnos á través del laberinto de las innumerables producciones del saber humano, cuya inmensidad se aumenta incesantemente desde que ha encontrado en la prensa una actividad casi igual á la del pensamiento.
De este interesante conocimiento no puede carecer ninguno que se ocupe en trabajos literarios.
La bibliografia exige muchos mas conocimientos de los que generalmente se crée; necesita cierto grado de universalida d y una gran paciencia. El célebre Nodier, á quien creemos con bastante autoridad para fijar nuestra opinion en este punto, dice: "La bibliografia tiene necesidad de veinte ciencias enciclopédicas". Para ser buen bibliógrafo, es indispensable estar dotado de un gusto exquisito, de una conciencia delicada y de un espíritu de órden necesario para la acertada clasificacion de las producciones de la inteligencia humana.
En esta ciencia, desgraciadamente, como en otras muchas cosas, nos encontramos muy distantes de la altura á que han llegado otras naciones.
Dos divisiones pueden hacerse de la bibliografia; la científica, que comprende lo que los libros contienen, y la material que sirve para calificar las circunstancias que se refieren á ellos, á sus autores, á las impresiones, ediciones, &c.
BIBLIÓMANO. Dáse este nombre á muchos individuos
