Página:Don Segundo Sombra (1927).pdf/25

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 23 —

crepúsculo comenzaba a suspender sus primeras sombras.

El barro de las orillas y las barrancas habíanse vuelto de color violeta. Las toscas costeras exhalaban como un resplandor de metal. Las aguas del río hiciéronse frías a mis ojos y los reflejos de las cosas en la superficie serenada, tenían más color que las cosas mismas. El cielo se alejaba. Mudábanse los tintes áureos de las nubes en rojos, los rojos en pardos.

Junto a mí, tomé mi sarta de bagresitos "duros pa morir", que aun coleaban en la desesperación de su asfixia lenta, y envolviendo el hilo de mi aparejo en la caña, clavando el anzuelo en el corcho, dirigí mi andar hacia el pueblo en el que comenzaban a titilar las primeras luces.

Sobre el tendido caserío bajo, la noche iba dando importancia al viejo campanario de la Iglesia.