66 corona. Miseria pensó que el mesmito Infierno se había mudao a su casa y llegó, mirando como pato el arriador, a esa pueblada de diablos. "Si escapo desta — se dijo en fija que ya nunca "la pierdo." Pero haciéndose el muy templao, preguntó a aquella gente:
"¿Quieren hablar conmigo?
66 66 contestó juerte el de la corona.
— no le he firmao contrato nenguno, pa que venga tomando velas en este entierro.
—"Pero me vah'a seguir porque yo soy el Ray de loh'Infiernos.
—"¿Y quién me da el certificao?
alegó Mise"ria.
Si usté es lo que dice, ha de poder hacer "de fijo, que todos los diablos dentren en su cuer"po y golverse una hormiga.
66 66 290 1 —"Sí, <—"A usté le retrucó Miseria — gritó el coronao — "Otro hubiera desconfiao, pero dicen que a los "malos los sabe perder la rabia y el orgullo, de "modo que Lucifer, ciego de juror, dió un grito "y en el momento mesmo, se pasó a la forma de una hormiga, que llevaba adentro a todos los de"monios del Infierno.
66 "Sin dilación, Miseria agarró el bichito que caminaba sobre los ladrillos del piso, lo metió en su tabaquera, se jué a la herrería, la colocó so-
