Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/306

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
284
LAS ALEGRES COMADRES
ESCENA III.
Cuarto en la posada de la Liga.
Entran FALSTAFF, el POSADERO, BARDOLFO, NYM, PISTOL y ROBIN.


Falstaff.—Posadero mío de la Liga...

Posadero.—¿Qué dice mi enredista matasiete? Hablad con discreción y finura.

Falstaff.—En verdad, posadero mío, que tengo que despedir á algunos de mis secuaces.

Posadero.—Despedidles, mi valeroso Hércules: echadles; que tomen el portante. Al trote, al trote.

Falstaff.—Me cuesta el albergue diez libras por semana.

Posadero.—Eres un emperador, César, Czar y cavilante. Tomaré á Bardolfo. Escanciará los barriles y manejará sus llaves. ¿Está bien dicho, bravo Héctor?

Falstaff.—Hacedlo en buen hora, amigo posadero.

Posadero.—Está dicho. Que me siga. Quiero ver la espuma y la cal. No tengo más que una palabra. Sígueme.

Falstaff.—Bardolfo, vé con él. Es buen oficio el de mozo de taberna. Una capa vieja hace un nuevo coleto, y un criado gastado hace un nuevo mozo de taberna. Vete. Adios.

Bardolfo.—Es un género de vida que deseaba, y he de prosperar en él.

(Sale Bardolfo.)

Pistol.—¡Oh miserable bohemio! ¿Y quieres manejar las espitas?

Nym.—En borrachera fué engendrado. ¿No es natural su gusto? No tiene una mente heróica, y de allí el que tenga aquel instinto.

Falstaff.—Me alegro de haberme desembarazado de tal caja de yesca. Sus robos eran demasiado desca-