PARTIDO FEMENINO DE CHILE
El Partido Femenino de Chile trae su origen del año 1946. Se organizó aquel año, sin que propiamente tuviera carácter de partido político, con el fin exclusivo de defender uniformemente los problemas femeninos y especialmente el sufragio para la mujer. Formaban parte de él, entre otras, Georgina Durand, Mimí Bríeba, Elena Doll de Díaz, María Besa de Díaz, María de la Cruz, etc.
En sus primeros tiempos mantuvo una actitud hasta cierto punto pasiva, preocupándose exclusivamente de los problemas femeninos comunes y prescindiendo del aspecto político. Militaban en sus filas mujeres de las más diversas tendencias políticas. Poco a poco fué cambiando de carácter y asumiendo la posición de Partido Político. En esta etapa criticó a los partídos que llamó "mixtos", o sea, formados por hombres y mujeres, por considerar que habían fracasado en la solución de los problemas nacionales.
Tuvo especial y decisiva participación en esta nueva posición la señora María de la Cruz, que se destacó dentro del Partido, llegando a ser su Presidenta.
En 1950, en elecciones extraordinarias para elegir senador por Santiago y en las que resultó elegido don Arturo Matte Larrain el Partido Femenino de Chile presentó como candidata a doña María de la Cruz, pero obtuvo un escaso número de sufragios.
Ese mismo año 1950, el Partido realizó en Temuco un Congreso en cual se dilucidaron ampliamente los problemas femeninos y la posición política.
Los principios doctrinarios de este Partido se basan especialmente en los problemas femeninos: sufragio, derecho de las mujeres a ser elegidas, igualdad civil, leyes protectoras, etc. Considera que la unidad femenina obtendrá el triunfo de todos sus postulado y que dará a la mujer las mayores oportunidades "que jamás pudo lograr en la historia". Estima que la vía política es la única manera de lograr la conquista social y económica a que tiene derecho, la mujer.
