Página:ECH 2902 17 - Machi, Practicante Araucana de la medicina y el chamanismo.djvu/47

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Al menos se le conceptuaba así como ejercitante de las prácticas mágicas. Los varones, en cambio, que estaban organizados en sociedades secretas en que se practicaban todas las virtudes masculinas, tenía que tener por ellos el mayor desprecio. No hay el menor indicio de que la inversión sexual hayan tenido cabida en ellas. Una prueba indirecta al respecto es la indicada por Guevara, de que en realidad las invertidos son muy raros entre los araucanos.

En los últimos tiempos, a pesar de la ocupación de la Araucanía y de la cristianización y occidentalización de los araucanos, la institución de los machis no ha perdido su antigua situación. Siguen dedicados a la profesión también algunos hombres invertidos, pero su proporción es muy reducida. Gusinde conoció a dos de ellos, uno en Boroa y otro en Coñaripe, pero en ambos lugares había también machis mujeres. Aquellos dos machis hombres seguían "en la acostumbrada inversión del sentido sexual, lo cual se comprueba por su modo de vestirse y por la preferencia que dan a alhajas y adornos mujeriles".

No es de creer que antiguamente su número haya sido mayor que ahora. Se trataba simplemente de individuos nacidos con una