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Biblioteca del Congreso Nacional de Chile — 64

Puntos que hay que pedir a la Junta y un proyecto de ley (por el Diputado don Bernardo O’Higgins)

Como se dijo en el capítulo anterior, Bernardo se había preparado para su próxima participación en el Congreso. En la colección de manuscritos de Diego Barros Arana se halla un borrador en que enumeró las materias que deseaba presentar ante la Junta. Para el biógrafo de Bernardo ÓHiggins, Luis Valencia Avaria, por muchos años funcionario del Senado de la República de Chile, el “apunte de trazos anchos, resueltos [...], tiene sabor a cosa infantil porque sólo cabe tal cual en la infancia de un pueblo que despertaba a la representatividad democrática, al sistema republicano decíase entonces” [1].

No se dispone de ningún instrumento que permita saber con certeza qué sucedió con estas peticiones al interior del Tribunal Superior de Gobierno. Que su participación en éste no fue algo satisfactorio para Bernardo se puede concluir por su comentario, transmitido por John Thomas: “No transcur ría un día sin que se propiciara una nueva medida y, después que se la discutía todo el día, no se adoptaba decisión alguna y se la relegaba al olvido” [2]. A pesar de ello, el punteo manuscrito permite conocer el cuidado con que el novel diputado buscó representar las necesidades de la Isla de la Laja [3].

En primer lugar, las notas se refieren a la educación. El punto N° 1 dice lo siguiente: “Pedir todas las tierras que se encuentren vacas dentro de este Partido, se asignen a beneficio de esta escuela para pagar al maestro que enseña a los niños, por no sufragar su renta de 600 pesos de principal que dieron los vecinos” [4].

En el N° 2 creía conveniente preocuparse de la corrupción, que se había generado entre los Comandantes de las zonas fronterizas cuando se les daba mando político:


“Que en las plazas fronterizas no se le dé mando en lo político a los Comandantes de ellas, porque son la ruina de los poblados que no los dejan tirar y como los tienen aniquilados no hay quien quiera vivir en dichas plazas, por cuya causa no se adelantan estos pueblos, porque los comandantes en nada los deja [ininteligible] y si los dejan a la otra parte ha de ser llevándoles car neros y la vuelta se pagan de lo mejor que traen, y siendo que las balsas del pasaje son pagadas por la Real Hacienda, les cobran a los pobres el pasaje y de cada diez car neros les sacan uno, y si traen menos también les sacan y lo mismo de todo lo que traen” [5].


El N° 3 se refería al Cabildo local: “Se deberá tratar sobre rematar las varas por estar hecha ya la Casa del Cabildo y haber sujetos idóneos para ello” [6].

A través de algunos números, Bernardo se preocupa por la seguridad de la población amenazada en varios flancos. Así en el

  1. Ibíd. p. 64.
  2. Ibíd. p. 67.
  3. Archivo Nacional, op. cit. Tomo I, pp. 148 -149.
  4. Ibíd. p.148.
  5. Ibídem.
  6. Ibíd. p. 149.