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Página:El hombre de la situación.pdf/10

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III.

necesitan un poco de pan y un poco de paz: todo es efímero y perecedero cuando no es rídiculo y perjudicial: todo termina breve, todo pasa como sombra, libros, saber, ingenio, virtud, hipocrecía, maldad; todo se reduce en pocos instantes á la nada, al olvido, al polvo. Horacio dice muy bien. Pulvis et umbra sumus.

¿Será este libro lúgubre, melancólico, casi incomprensible como son las líneas de este prólogo? No, seguramente no; al menos no es mi intencion, sino tomar de las cosas, de los tiempos, de los hombres, algunas semejanzas, y reunir el corperto en unas cuantas hojas de papel. Es necesario retratar esactamente á una ó mas personas? Tampoco: el grupo saldrá mejor y mas grotesco tomando la vanidad del uno, el candor del otro, la arrogancia ó la malicia del de mas allá: ó lo que es lo mismo, para formar un todo hermoso, tomarémos los ojos de un ciego, las plernas de un cojo, los brazos de un manco, el vientre de un hidrópico, la dentadura de un octogenario. ¡Qué figura! ¡Qué libro! A propósito: y contestarémos de una vez á preguntas que siempre hacen los aficionados á la lectura ¿El libro es bueno? En esta vila no hay bueno ni malo sino es relativamente, pero de seguro el autor no cree tan malo su libro, cuando lo da á la estampa: los autores que dicen mansa é hipócritamente lo contrario, mienten, ó mas bien, es de creerse que tienen su buena dócis de vanidad encerrada pero mal