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228 — BIBLIOTECA DE LA RISA.

— Ten, amigo mió, le dijo; entérate del delito de ese pícajo, y hazme el favor de castigarlo, porque si lo hago yo mismo, estoy encolerizado y temo escederme.


Enigmas.

34.
¿Cuál es una fortaleza
que está llena de soldados
de vestidos encarnados,
con huesos y sin cabeza
y en la torre coronados?

35.
Dicen que de ley carezco
y que de muy mala cara
á quien me tiene parezco;
soy ingeniosa y avara
y á toda maldad me ofrezco.


La prudencia de una nuera.

Se casó en Madrid hace algún tiempo, contra la voluntad de su padre, el primogénito de una gran familia, con una señorita joven, elegante y preciosa, igual en calidad al novio, aunque no en bienes de fortuna ni en alianzas de familia.

Los dos jóvenes esposos, que se amaban entrañablemente, vivian aislados, sin que su padre quisieria descender de la altura de su enojo, siempre esperando ellos ocasión de echarse á sus pies, y siempre negándose él á recibirlos. Un dia que entraba la novia en palacio por el cuarto grande de la camarera mayor, se halló de repente con su suegro; era graciosa y de talento; las mujeres suelen tener inspiraciones felices, y la de la nuestra, en semejante ocasión, fué hincarse de rodillas interceptando el paso al padre de su marido.