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LA MUJER

A cat

Pretendemos conquistar la simpatía de toda la prensa en fa- vor de una mayor atención a los problemas del feminismo, y de las peticiones que surjan de los centros que lo representen y merezcan nuestro apoyo.

Estrecharemos los lazos de unión entre la familia argentina y las instituciones femeninas de las colectividades extranjeras, dando a cada una de ellas una página permanente en esta Re- vista.

Procuraremos ercar una escuela de periodismo femenino, por- que si sólo practican el periodismo los hombres, no se cono- cerá más que el pensar y el sentir de media humanidad.

Istudiaremos ampliamente los problemas sociológicos que resultan de la desproporción numérica entre uno y otro sexo, y que ha aumentado como una de las consecuencias de la guerra.

Dedicaremos espacio preferente a las correspondencias in- formativas y literarias procedentes de todas las principales ca- pitales del mundo, donde se designarán las escritoras y eseri- tores de mayor renombre para que registren periódicamente los progresos universales que aleance el feminismo, y contri- buyan a hacer de esta Revista la más alta tribuna mundial entre las de su género,

Abogaremos por la mejor y más frecuente organización de los eongresos nacionales e internacionales femeninos y por la más activa y acertada aplicación de las conclusiones que en ellos se aprueban.

Lucharemos por la reforma del código, ya que los códigos se escribieron contra la mujer, o prescindiendo de la mujer, desde las leyes romanas, desda las famosas partidas del Rey Sabio, hasta el célebre código napoleónico.

Impónese la independencia económica absoluta de la mujer, Es una iniquidad que el marido pródigo pueda arruinar a su esposa con autorización de la ley. Si todas las mujeres leyesen

será el que corresponderá especialmente a los diarios de que trata el indicado capítulo final.

Pasando a ser entonces la Revista “La Mujer?” el alma mater de todas aquellas futuras publicaciones, adoptaremos para 2quo- la el programa correspondiente a su misión de guía e inspira- dora de ese moderno movimiento periodístico y social Sud Ame- ricano y que en parte comprenderá el mismo que motiva esta aclaración.

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