Paz, comercio y honrosa amistad con todas las Naciones, sin entrar con ninguna en alianza gravosa.
Proteccion á la plenitud de los derechos de los gobiernos de los Estados, como los mas adequados á nuestros intereses domésticos, y los mas firmes baluartes contra toda disposicion anti-republicana.
Conservacion del Gobierno general en toda su fuerza constitucional, esa es la ancora de esperanza de nuestra paz interior y seguridad estertor.
Un cuidadoso esmero en conservar al Pueblo el derecho de eleccion, ese es el correctivo suave y seguro de los abusos que poco á poco se van introduciendo, y que solo puede cortar despues la espada de la Revolucion, quando no se han preparado anticipadamente los remedios en tiempos de tranquilidad.
Sumision absoluta á la decision de la mayoria, principio vital de las Repúblicas, que no tiene mas tribunal de apelacion que el de la fuerza, verdadero principio vital y causa inmediata del despotismo.
Una milicia nacional bien disciplinada que inspire confianza en tiempos de paz y tambien en los primeros momentos de guerra, hasta que se organize y la reemplaze la tropa de linea.
Sujecion de la autoridad militar á la civil. Economia en los gastos públicos para no gravar con muchos derechos á la industria. Exactitud en el pago de nuestras deudas, y sagrada conservacion de la fé pública.
Fomento de la agricultura y del comercio, su compañero inseparable.
Propagacion de todos los conocimientos, y delacion de los abusos ante el tribunal de la razon.
Libertad de religion, libertad de imprenta y libertad individual, baxo la salva-guardia del habeas-corpus, y del juicio de jurados con toda imparcialidad.
Estos principios forman la brillante constelacion que nos há precedido, y la que há guiado nuestros pasos en