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Facundo

¡Pisoteadla! ¡oh!, sí, ¡pisoEn Tucumán, Salta y Jujuy quedaba, por la invasión de Quiroga, interrumpido ó debilitado un gran movimiento industrial y progresivo en nada inferior al que de Mendoza indicamos. El doctor Colombres, á quien Facundo cargaba de prisiones, había introducido y fomentado el cultivo de la caña de azúcar, á que tanto se presta el clima, no dándose por satisfecho de su obra hasta que diez grandes ingenios estuvieron en movimiento. Costear plantas de la Habana, mandar agentes á los ingenios del Brasil para estudiar los procedimientos y aparejos, destilar la mezcla, todo se había realizado con ardor y suceso, cuando Facundo echó sus caballadas en los cañaverales, y desmontó gran parte de los nacientes ingenios.

FACUNDO capitales sudamericanas!

teadla!...

Una sociedad de agricultura publicaba ya sus trabajos y se preparaba á ensayar el cultivo del añil y de la cochinilla. A Salta se habían traído de Europa y de Norte América talleres y artífices para tejidos de lana, paños abatanados, jergones para alfombras, y tafiletes, de todo lo que ya se habían alcanzado resultados satisfactorios.

Pero lo que más preocupaba á aquellos pueblos, porque es lo que más vitalmente les interesa, era la navegación del Bermejo, grande arteria comercial que, pasando por las inmediaciones ó términos de aquellas provincias, afluye al Paraná abre una salida á las inmensas riquezas que aquel cielo tropical derrama por todas partes.

El porvenir de aquellas hermosas provincias depende de la habilitación para el comercio y de las vías acuáticas; de ciudades mediterráneas pobres y poco populosas, podrían convertirse en diez años en otros tantos focos de civilización y riqueza, si pudiesen, favorecidas por un gobierno hábil, consagrarse á allanar los ligeros obstáculos que se oponen á su desenvolvimiento. No son estos sueños quiméricos de un porvenir probable, pero lejano: no.

En Norte América, las márgenes del Misisipí y de sus afluentes se han cubierto en menos de diez años, no sólo de populosas y grandes ciudades, sino de Estados nuevos que han entrado á formar parte de la Unión; y el Misisipi no es más aventajado que el Paraná; ni el Ohio, el Illinois, el Arkansas, recorren territorios más feraces ni comarcas más extensas que las del Pilcomayo, el Bermejo, el Para-