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Facundo

su deseo de hacer caer aquel tirano bárbaro, ó Rosas animado de su ojeriza contra los extranjeros y sus instituciones, trajes, costumbres é ideas de gobierno. «Este bloqueo, decía Rosas, frotándose las manos de contento y enfusiasmo, va á vellar mi nombre por todo el mundo, y la América me mirará como el defensor de la independencia».

Sus anticipaciones han ido más allá de lo que él podía prometerse, y sin duda que Mehemet—Ali, ni Ablel—Kader, gozan hoy en la tierra de una nombradía más sonada que la suya.

En cuanto á defensor de la independencia americana, título que él se ha arrogado, los hombres ilustrados de América empiezan hoy á disputárselo, y acaso los hechos vengan tristemente á mostrar que sólo Rosas podía echar á la Europa sobre la América, y forzarla á intervenir en las cuestiones que de este lado del Atlántico se agitan. La triple intervención que se anuncia, es la primera que ha tenido lugar en los nuevos estados americanos.

El bloqueo francés fué la vía pública por la cual llegó á manifestarse sin esbozo el sentimiento llamado propinmente americanismo». Todo lo que de bárbaros tenemos, todo lo que nos separa de la Europa culta, se mostró desde entonces en la República Argentina organizado en sistema, y dispuesto á formar de nosotros una entidad aparte de los pueblos de procedencia europea. A la par de la destrucción de todas las instituciones que nos esforzamos por todas partes en copiar de la Europa, iba la persecución al frac, á la moda, á las patillas, á los peales del calzón, á la forma del cuello del chaleco, y al peinado que traía el figurín; y á estas exterioridades europeas se substituía el pantalón ancho y suelto, el chaleco colorado, la chaqueta corla, el poncho, como trajes nacionales, eminentemente americanos, y este mismo don Baldomero García, que hoy nos trae á Chile el «mueran los salvajes, inmundos, asquerosos unitarios» como «signo de conciliación y de pazı, fué echado á empujones del Fuerte un día en que, como magistrado, acudía á un besamanos, por tener el salvajismo asqueroso é inmundo de presentarse con frac.

Desde entonces la "Gaceta» cultiva, ensancha, agita y desenvuelve en el ánimo de sus lectores el odio á los europeos, el desprecio de los europeos que quieren conquistarnos. A los franceses les llama «titireteros tiñosos; á Luis Felipe «guarda chanchos» unitario; y á la política