Esta página ha sido validada
136
ALBERTO GHIRALDO
II
Hay una voz que se alza amedrentando conciencias. Una lengua noble se agita, esta vez, en una boca que no tiembla. Y esa voz suena como un castigo.
Hay que apagar esa voz, sellar esa boca, inmovilizar esa lengua.
Y entonces, siempre á espaldas—rugigo de odio—suena, allá lejos, la befa de la canalla.
III
La manada de lobos está tranquila; pero todos están hambrientos...
De pronto los animales abren las fauces. Gritan. Y se lanzan la dentellada bárbara.
La lucha es fiera.