Página:Giner Mujeres America.djvu/161

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
159
MUJERES DE AMÉRICA

ignominia por consecuencia de tu veleidosa conducta. Habla; que todos sepamos la decisión que hayas adoptado.

»Las severas palabras de la anciana, mi triste estado, y, en fin, el verdadero amor que sentía por Popilea, vencieron las dudas que agitaban mi alma. Corrí presuroso á sentarme á su lado, demostrando así deseos de ser suyo para siempre. La joven india me abrazó con efusión, y desde aquel instante, ambos fuimos marido y mujer.

»Terminado aquel acto, los jefes de la tribu me consideraron como un hombre que se obligaba á adoptar sus costumbres salvajes.

»Al cabo de poco tiempo, conseguí mi libertad, de un modo casual é imprevisto.

»El capitán Salema dispuso un ataque, que dió por resultado la derrota de los Tupinambas, cuyo campamento fué ocupado por mis antiguos compañeros. Una fiebre maligna me impidió asistir á la lucha.

»Quedé prisionero de las tropas portuguesas, y con bastante pena pude justificar la identidad de mi persona.

»Popilea no quiso abandonarme y sus tiernos cuidados restablecieron mi salud.

»Huyendo de los errores de la idolatría, mi