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El cante de las sombras
Y si es así, ¿quién piensa que estas horas entonces, son aquellas?
Una de dos aquí es desconocida, una de dos mendiga;
o por mí la existencia, o yo por ella.
Mas si no tiene corazón? Su entraña es fofa como el agua;
ni conoce sentido... ¡Entonces el dolor debe ser mío!
Otra vez un pasado, las reliquias del cofre, el beso largo;
La hojarasca que rueda... Amor que muere... ¡Si fuera para siempre!
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