Página:Historia de la Patagonia, Tierra de Fuego, é Islas Malvinas.djvu/71

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
47
PATAGONIA.

encontrar ni á Rlchemond ni á mi> guDO de los que habian cU^do* En medio de aquel conflicto , el naturalista^ sin dejar de lamentarse de la falta de ti^es hombres > busca- ba todavía con afán bajo la nieve al- guna planta ignorada. Acordáronse por último que ha- lóla qufdado en la mochilla de une de los ausentes una botella de rom, linica provisión de la compañía. Pensaron pues que el negro y el tyiarinero que se quedaron al ladode Bicbemond Y babriau echadlo mano áfil licor para estar despiertos , y que habiendo bebido de él los tres y ^mbriagádose, se habriaiv apartado del sitio donde debian esperar los guias. Perdida ya toda espseranza de Bailarlos se oyeron á media noche gritos repetidlos. Banks acude cor- riendo hacia, donde le Uaman , y en- cuentra al marinera que apenas po- día tenerse en pié. Guiado por las noticias que este le da y seguido de cuatro mas, marcha ei» nusea de los otros, y el primero que descubre es Á Richemond , en pie , mas sin po- der andar , y á su eompaoero tendir 4o , tan. insensible come un cadáver. ?to fué posible sacarlos de aquel si- tio, ni encender fuep;o ea el para hacerles voVver ea a. Forzosa fué abandonar aquellos desgraciados á su suerte después de hacerles allí una cama de ramas de árboles y cu- brirles con ellas enteramente. El res- ta déla jeníe se encontraba en una aituaeion la mas- terriblew De doce hombres que habían partida por la m^ana llenes de vigor y salud, das eran tenidos por muertos, otro esta* ha tan malo que se dudaba pudiese vivir hasta el día siguiente > y otm,, Mr. Ruchan ,. se hallaba suaíienazado d« mr nuevo ataque del resultas de cansaacia qjue- habia esperimeata- do durante aauella tremenda noche. Para colmo oe la desdieha, lejanos del navio una jornada , no tenían mas alimeoto^que vm> buitre que ha^ bian muiNita. la vMpena al empezar su espedician. Amanecía Gon< un tiempo horroroso, y todiss- estaban ateridos. Sin embargo , arcosa de las seis de la mañana- concibieneir luia luz de esperanza , distinguiendo la salida del sol entre nubes que em- pezaban á ser menos densas. Lo pri- mero quer hicieron fué ir á socorrer a los infelices que habían sepultado entre ramas, y los hallaron muer- tos. Eran las ocho cuando se levan- tó u« YÍeatecillo suave, que favore- cido por la acción del sol empezó el deshielo. Renació en el corazón de todos la alegría , y con ella el dolor de un sufrimiento que otros mu- chos habían hecho olvidar hasta en- tonces. El precioso buitre estaba in- tacto todavía : despedazado y re- partido entre los diez hombres que quedaban , y cuando cada uno hubo comido los dos bocados c|ue te toca- ron , se pusieron en camino. En fín , á las dos de la tarde desembocaron impensadamente en la ribera , pre- cisamente en frente del lugar donde estaba amarrada todavía la falúa que les había echado la víspera en aquella tierra fiínebre. Historia natural, ^Yn hemos vis» to á cuánta costa enriquecieron los' doctores Banks y Solanger la ciencia de algunas nuevas plantas. Obser- varon particularmente una especie de canela, llamada wintentaneaaro^ maiica. El winter , que es sa cor- teza , tiene la hoja ancha cama la del laurel: es verde, pálidapor aflo- ra y azulada por dentro. Encontra- ran también muchas plantas anti- escorbúticas , en cuyo número debe comprenderse una especie de berro llamado cardamius antiscorbutica^ el apio silvestre , apium antiscórhu" ticum , y una especie de cañaheja roja y blanca. El berro se cria en los sitios húmedos, y se émcuentra prin- cipalmente en la bahía del Btien Su- ceso. En particular cuando es tierno es mas saludable : se cria tendido, sus hojas son de un verde claro , pa- readas, y apuestas la una á la otra, con una sola á la estremidad ó re- mate, que comunmente es la quinta encada tallo. Saliendo la planta de tal estado, echa unos vásta^, quB tienen á veces dos pies de «to, y en las puntas unas fioreeitas blancas, seguidas de largas vainas ó silicuas. Los árboles parecen pertenecer to» dos á la femilía del abedul , llaniada hetula antárctica, vSu tronco tiene