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de las Indias.

estas son sus palabras. Trae tambien el filósofo en el fin del segundo libro De cælo et mundo, que dice que de las Indias se puede pasar á Cádiz en pocos dias, y lo mismo afirma su comentador Alli Averroiz. Alega eso mismo á Séneca en el primero de los «Naturales,» donde dice que de los fines últimos de España se puede navegar en pocos dias con viento conveniente hasta las Indias; y en el cap. 5.º, refiriendo la grandeza de la India, dice que la India es grande en gran manera, porque, segun Plinio en el sexto libro de su natural historia, ella sola es la tercera parte de la tierra habitable, y tiene ciento y diez y ocho naciones; la frente della meridiana llega al trópico de Capricornio por la region de Pathal y de las tierras vicinas, las cuales cerca el brazo grande de la mar que desciende del mar Océano que es entre la India y España interior ó ulterior ó África, como arriba dicho se há. El lado Meridiano de la India desciende del trópico de Capricornio y corta la equinoccial cerca del Monte Maleo y las regiones comarcanas; y en medio de la equinoccial está la ciudad que se llama Arim, la cual dista igualmente del Oriente y Occidente, Setemptrion y Mediodia, etc. De aquí arguye Aliaco ser falso lo que la vulgar opinion tiene que Hierusalem esté en medio de la tierra, porque hablando simpliciter no está Hierusalem en medio de la tierra habitable, sino que es en cuasi medio de los climas, conviene á saber, en el cuarto, como dice Aliaco en el cap. 9.º, hablando de los climas. Ansí que tornando al propósito, visto lo que Aliaco decia y las razones y autoridades que trae, llegóse muy propincuo Cristóbal Colon y cuasi ya del todo á determinarse; pero porque aun Nuestro Señor á quien en esto siempre tuvo por favorable, y á que del todo tuviese indubitable noticia de lo que le queria encomendar le ayudaba, quiso depararle otras ocasiones y adminículos para que más se certificase. Diremos en los siguientes capítulos lo que segun la ordenacion divina para lo dicho le restaba.