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Historia

todos estos dias el mar bonanza, como en el rio de Sevilla. Martin Alonso que iba por Capitan de la Pinta, que era muy gran velera, dijo al capitan Cristóbal Colon desde ella, que habia visto gran multitud de aves ir hácia el Poniente, y que aquella noche se queria adelantar, porque esperaba que descubriria tierra, y certificósele más por una gran cerrazon y escuridad de nublado espeso á la parte del Norte, la cual suele muchas veces estar sobre la tierra, y parece della 10 y 15 y 20 leguas. Desto no curó Cristóbal Colon, porque le parecia que aún no era tiempo, ó no estaba en el paraje donde él esperaba ver la tierra. El miércoles, 19 de Setiembre, tuvo alguna calma, y con todo, entre dia y noche anduvo 25 leguas; puso en la cuenta pública 22, y á las diez horas deste dia, vino á la nao Capitana un alcatraz, y á la tarde vieron otro, que no suelen apartarse de tierra 20 leguas; vinieron unos lluveznitos de agua sin viento, que es cierta señal de tierra. No quiso detenerse barloventeando, para recognoscer si habia tierra, de lo cual no dudaba sino que iba entre y en medio de algunas islas, como en la verdad hay muchas, porque su intincion llevaba enderezada de navegar más al Poniente, diciendo que allí habia de hallar las Indias, y porque le ayudaba el tiempo que era bueno, y porque decia que, placiendo á Dios, á la vuelta todo se veria. Aquí descubrieron los pilotos sus puntos de sus cartas; el de la carabela Niña se hallaba de Canaria 440 leguas, el de la Pinta 420, el de la nao Capitana, donde iba Cristóbal Colon, justas 400. Él pasaba y cumplia con todos, tratando siempre del menor número, porque no desmayasen, lo cual cuanto más vian que estaban léjos de España, mayor angustia y turbacion los comprendia, y cada hora crecian en murmurar, y más miraban en cada cosa de las señales que vian, aunque las que habian visto, de aquellas aves, luego les daban esperanza; pero como nunca la tierra parecia, no creian ya cosa, que habian estimado que aquellas señales, pues faltaban, que iban por otro nuevo mundo de donde jamás no volverian. El jueves, 20 de Setiembre, se mudaron algo los vientos, y anduvo algo fuera