así lo creo que lo era, porque segun el camino que siempre trajeron, todas las islas que el Almirante descubrió despues, al segundo viaje, le quedaban entónces por aquella banda ó parte, hácia el Sudueste. Mandó, pues, dejar el camino del gueste que llevaba y tomar el del Sudueste, adonde parecia la que decian tierra. Andarian entre dia y noche 21 leguas y media, puso en la cuenta menor 13 leguas; con este regocijo se alegraron harto todos los marineros que tanto desmayo traian, y fué la mar tan llana, que se echaron muchos á la mar y nadaron con mucho placer; vinieron muchos dorados á los navíos, que son pescado muy bueno, cuasi como salmon, aunque no colorado sino blanco, y tambien vinieron otros muchos pescados. El miércoles, 26 de Setiembre, fueron hácia el Sudueste á ver aquello que habia parecido tierra, y hallaron que habian sido celajes que muchas veces engañan haciendo muestra de tierra, tornóse á su vía, que era el gueste, y andarian entre dia y noche 31 leguas, puso en la cuenta pública 24; era la marea como en un rio, hallaron los aires dulces y suavísimos. Aquí tornaron á su desmayo é incredulidad la gente; vieron un alcatraz y dos rabos de juncos. El jueves siguiente, 27 de Setiembre, fueron á su vía del gueste, anduvieron 24 leguas entre dia y noche, contó á la gente 20 leguas, tenian siempre cuidado de mirar las señales que ocurrian; vinieron muchos dorados, mataron uno, vieron un rabo de junco y un alcatraz; de la hierba, poca. Viernes, aunduvieron 14 leguas, mataron dos pescados dorados en la Capitana y en las otras dos carabelas más. Sábado, 29 de Setiembre, anduvieron 24 leguas, porque tuvieron calmas, entre dia y noche, contó 21; parecieron por tres veces tres alcatraces y un rabihorcado, que así llaman aquella ave que tiene la cola partida en dos partes, y esta persigue á los alcatraces hasta que extercolizan, y come aquel estiércol y dello se mantiene. Dijo el Almirante aquí que todo esto era gran señal de tierra, los aires, diz que, eran dulces y suavísimos, que no faltaba sino oir cantar el ruiseñor. Domingo, 30 de Setiembre, tuvieron alguna calma y anduvieron 14 leguas; vinieron al navío cuatro