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Historia

ladraba, y muchos fuegos dentro, y tanta capacidad en las casas, donde podian caber muchas personas, las cuales parece que, como sintieron los cristianos, de miedo se huyeron. Subió en la barca por el rio arriba, decia que nunca ojos de hombre, tan deleitable ni tan hermosa cosa vieron. Tierra llena de puertos maravillosos y grandes rios; la mar sin algun temor de tormenta, la señal de lo cual es estar la hierba, hasta el agua salada, crecida, la que no suele haber cuando la mar es braba, y hasta entónces nunca ha habido señal, que en todas aquellas islas la mar fuese alta ó impetuosa. Decia ser la isla llena de montañas muy hermosas, aunque no muy altas, y toda la otra tierra le parecia como la isla de Cecilia, alta; tierra de muchas aguas, y, segun los indios que consigo llevaba le decian, habia en ella diez rios grandes. Dábanle á entender que en ella tambien habia minas de oro y perlas, y parecíale que habia disposicion para haber perlas, porque vido ciertas almejas, puesto que en la verdad nunca en la isla de Cuba hobo perlas; entendió eso mismo el Almirante que allí venian naos grandes del Gran Khan, y que de allí á tierra firme habria navegacion de diez dias, por la imaginacion que tenia concebida de la carta ó pintura quel florentin le invió; para imaginar lo cual, tuvo, cierto, suficientes razones, como en el precedente capítulo digimos; la tierra firme no estaba de allí jornada de cinco dias, mas no la que él pensaba, sino la que hoy llamamos la tierra Florida. Puso nombre á aquel rio, conviene á saber, Sant Salvador, por tornar á dar á nuestro Señor, el recognoscimiento de gracias por sus beneficios, en lo que primero via de aquella Isla; y por ver mas la calidad della y tomar lengua de la gente que en ella vivia; lúnes, 29 de Octubre, alzó las velas y navegó hácia el Poniente para ir, diz que, á la ciudad donde le parecia que los indios que consigo llevaba, que estuviese el Rey de aquella tierra, le señalaban. Fué por la costa abajo, y vido una legua de allí un rio, no tan grande la entrada como el de arriba, el cual llamó el rio de la Luna. Anduvo hasta hora de vísperas, y vido otro rio muy más grande que