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de las Indias.

ambicion los ánimos de los hombres, y el Almirante era extranjero y sin favor, y le hicieron muchas befas é injurias en aquel camino, é la grisqueta quel Martin Alonso hizo, de dejar al Almirante, despues de venidos á Castilla, publicaron muchas cosas, á lo que parece, y yo, cierto creo, por lo que se y he visto en las escrituras que luego diré, muy contrarias de la verdad. Dijeron quel Almirante se quería volver del camino arrepentido y desesperado sino fuera por ellos que lo animaron, como arriba fué dicho; dijeron quel Martin Alonso habia descubierto el oro, y que habia enviado canoas con indios á lo buscar, y que sino fuera por esto que nunca el Almirante viniera ni tocara en la isla Española; lo cual, por todo lo dicho, y por la probanza ó proceso que hizo el Fiscal del Rey, en el pleito que trató con el almirante D. Diego Colon, primer sucesor del Almirante viejo de quien tratamos, que descubrió estas indias en el año de 1511 ó 12, cuando se comenzó ó andaba el pleito de que abajo se hará más larga mencion, parece grandísima falsedad, porque yo he visto las preguntas del interrogatorio quel Fiscal hizo en favor del fisco, las cuales debieron de ser articuladas por aviso de Vicente Yañez, hermano del mismo Martin Alonso, que se llamaba Arias Perez, que tambien fué presentado por testigo, y depuso muchas cosas en favor de su padre, Martin Alonso, en las cuales es singular, sin que otro testigo comprobe ni diga palabra que concuerde con su dicho, y, en algunas preguntas, solo él fué tomado y no otro alguno; vide tambien, las deposiciones de los otros testigos, en todo lo cual, ó en muchas partes del dicho proceso, parece haber contradiccion de lo que los unos testigos dicen á lo de los otros, y se averigua ser muchas ajenas de la verdad. Articuláronse tambien muchas preguntas que se quedaron desiertas, solas y puras, sin que algun testigo depusiese dellas, y no eran de las ménos importantes y claras, que, si tuvieran verdad, era imposible no saberlas los que de las otras deponian, por ser correlativas ó anejas y dependientes unas de otras, como es aquella diez y nueve pregunta en el pleito y