Página:Historia de las Indias (Tomo II).djvu/163

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
149
de las Indias.

isla eran de su innata condicion dadivosos y liberales. Vánse á la playa ó ribera de la mar, manda D. Bartolomé venir la barca de la carabela á tierra; tenian al Rey é la Reina, su hermana, sendas canoas, muy grandes y muy pintadas y aparejadas, pero la señora, como era tan palanciana, no quiso ir en la canoa, sino con D. Bartolomé en la barca. Llegando cerca de la carabela sueltan ciertas lombardas; turbáronse los Reyes y sus muchos criados y privados en tanto grado, que les pareció que el cielo se venia abajo, y aína se echaran todos al agua, pero como vieron á D. Bartolomé reirse, algo se asosegaron. Llegados, como dicen los marineros, al bordo, que es junto á la carabela, comienzan á tañer un tamborino y la flauta, y otros instrumentos que allí llevaban, y era maravilla como se alegraban; miran la popa, miran la proa, suben arriba, descienden abajo, están, como atónitos, espantados. Manda D. Bartolomé alzar las anclas, desplegar las velas, dar la vuelta por la mar: aquí creo yo que no les quedó nada de sangre, temiendo no se los llevasen; pero desque dieron la vuelta hácia casa, quedaron sin temor y demasiadamente admirados, que sin remos, la carabela, tan grande, parecia que volase, y, sobre todo, que con un viento sólo fuese á una parte, y á otra contraria tornase. Tornáronse á Xaraguá; vinieron infinitos indios de todo el reino del pan caçabí cargados. Hinchen la carabela del pan y del algodon y de las otras cosas que el Rey é la Reina y los otros señores habian dado; partióse la carabela para hacer á la Isabela su viaje, y D. Bartolomé, con su gente, tambien acordó irse para allá con su compañía por tierra; dejó alegres al Rey é á la Reina, y, á todos los señores y gentes suyas, muy contentos.