Página:Historia de las Indias (Tomo II).djvu/185

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
171
de las Indias.

palabras del mensajero, llamó Mayobanex á su gente; dáles parte de la mensajería y sentencia del Adelantado y de los cristianos, todos á una voz dicen que les entregue á Guarionex, pues por él los cristianos los persiguen y destruyen. Respondió Mayobanex, que no era razon entregarlo á sus enemigos, pues era bueno y á ninguno jamás hizo daño, y allende desto, él lo tenia y habia sido siempre su amigo, y le era en mucho cargo, porque á él y á la Reina, su mujer, habia enseñado el areyto de la Magua, que es á bailar los bailes de la Vega, que era el reino de Guarionex, que no se tenia ni estimaba en poco, mayormente habiéndose venido á socorrer dél y de su reino, y él haberle prometido defenderlo y guardarlo, y por tanto, que por ningun riesgo ni daño que le viniese, no lo habia de desmamparar. Llamó luego á Guarionex y comienzan ambos á llorar; consuélalo Mayobanex y esfuérzalo á no temer á los cristianos, porque él lo defenderá aunque sepa perder su Estado con la vida. Mandó poner sus espías y gente aparejada en todos los caminos por donde los cristianos podian venir, é cualesquiera mensajeros cristianos ó indios, no dejasen alguno con la vida. Envió luego el Adelantado dos mensajeros indios, uno de los captivos que habian tomado en la guerra, natural ciguayo, vasallo de Mayobanex, y otro cognoscido suyo de los de la Vega, y súbdito de Guarionex, y el Adelantado adelántase, algo tras ellos, con 10 hombres de pié y cuatro de caballo; desde á poco rato halla los dos mensajeros muertos en el camino. Rescibió dello el Adelantado grande enojo y aceleracion de ira contra Mayobanex y determina de lo destruir; allega toda la gente, y vá al puelo principal de Mayobanex, donde estaba con mucha gente para pelear, segun sus pocas ó ningunas armas, y en cueros vivos, con buen denuedo dispuesto. Llega el furor de los cristianos cerca, desmampara toda la gente á su propio Rey, como los que sabian por esperiencia que contra las ballestas y espadas, y ménos contra los caballos, no podian prevalecer, sino todos perecer; de que se vido sólo Mayobanex con los pocos que le quedaron, que eran sus deudos y más allegados, acuerda tambien en las montañas se