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de las Indias.

tiene. Cuanto más el rocío fuere del alba ó de la mañana, tanto más blancas salen ellas, y cuanto más á la tarde ó noche llegaren á recebirlo, tanto más serán escuras; la edad tambien mucho ayuda á la blancura: cuanto más viejas fueren, tanto ménos blancas, y tanto más blancas, cuanto las conchas fueren más mozas ó más nuevas, y cuanto mayor cantidad de rocío recibieren, tanto mayor ternán la grandeza. Nunca mayores se dice hallarse que pesen más de media onza, ni pase de media nuez su medida; tienen las conchas tal sentido, naturalmente, que siempre temen no salgan maculadas sus perlas, y por tanto, cuando hace sol recio, porque no salgan negras ó rubias ó pardillas, ó su blancor en alguna manera se amancille, vánse al profundo huyendo del calor del sol cuanto más pueden; si hace relámpagos ó truena ántes que las conchas estén cerradas y del todo estén las perlas formadas, súbitamente, de temor, se afligen y aprietan y malparen, ó del todo echándolas de sí ó saliendo al cabo las perlas imperfectas y muy chiquitas. En el agua están las perlas tiernas, y sacadas de la ostia se endurecen; temen mucho las conchas la diligencia é instrumentos de los pescadores, y por eso se afijan y apegan y esconden siempre dentro de las más ásperas peñas; andan ó nadan en compañia, y tienen su rey como las abejas, segun dice Plinio y Solino, y otros filósofos. El rey ó guiador dellas es la mas vieja y la mayor; presa la guiadora ó guiadoras que van delante, fácilmente las demás con las redes son presas, y si se escapan algunas, á sus comarcas se vuelven. Desto dice Megastenes, filósofo: Conchas in quibus margaritæ el uniones gignuntur retibus capi gregatimque multas veluti apes depasci, regemque suum habere. Ac si contingat regem comprehendi á piscatoribus, eas protinus circumfundi nec vim effugere: fugiente rege et ipsas effugere. Cuando una sola perla se halla en la ostia es mas fina, y por esto se llama unio, y nunca se hallan dos juntas de aquella especie y excelencia; cuando muchas, no son uniones, sino gemas ó margaritas, pero no dejan de ser preciosas si son blancas, y redondas y pesadas, y mas preciosas si de sí mesmas son horadadas.