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de las Indias.

no cabian en él arriba de cinco ó seis navíos juntos, y la entrada era por una boca de hasta quince ó veinte pasos de ancho, y de ambas partes los arracifes que sobreaguaban, que son peñas como puntas de diamantes, y la canal entre ellos era tan hondable, que, á allegarse un poco á la orilla, pueden saltar en tierra desde las naos; y esto fué principal remedio para no se perder los navíos, segun el angostura era, y la causa deste peligro fué la relacion falsa que hicieron los marineros que en las barcas entraron primero adelante á sondar ó conocer la hondura que por allí habia y peligros, por el ansia que tenian siempre de salir á tierra á rescatar ó contratar con los indios de la tierra. Por esto parece que el puerto del Retrete no es el que agora llamamos del Nombre de Dios, como arriba dijimos por relacion de otros, sino más adelante, hácia el Oriente. Estuvieron aquí los navíos nueve dias, por los vientos que corrian muy forzosos y contrarios. Al principio de estos dias, venian los indios muy pacíficos y mansos, con toda simplicidad, á hacer sus rescates con los cristianos, pero despues que los españoles se salian sin licencia del Almirante de los navíos, escondidamente, y se iban por las casas de los indios, y, como gente disoluta y cudiciosa, les hacian mil agravios, diéronles causa á que se alterasen de tal forma, que se hobo de quebrar la paz con ellos, y pasaban algunas escaramuzas; y como ellos, de cada dia se juntasen en mayor copia, osaban ya venir hasta cerca de los navíos, que, como dijimos, estaban con el bordo á tierra, pareciéndoles que podian hacer el daño que quisiesen, aunque les saliera bien por el contrario, si el Almirante no tuviera siempre respecto á mitigallos con sufrimiento y buenas obras. Todo esto dice don Hernando, hijo del Almirante; donde parece quién fué y era la causa de que los indios se escandalizasen y tuviesen por mala gente á los cristianos, y no quisiesen con ellos paz. Parece tambien, si aquellas gentes, desde su descubrimiento, fueran tractadas por amor y justicia, segun dicta la razon natural, y prosiguiera siempre adelante con ellos la vía de comercio y contratacion pacífica y moderada, y mucho más si fuera cristiana,