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Historia

CAPÍTULO XXVII.


Como los indios vieron que los españoles hacian casas y pueblo, para se quedar y morar en aquella tierra, sin con ellos comunicarlo ni pedilles licencia, sino como en suelo y cosa suya edificar, y conociendo ya sus importunidades, y los atrevimientos y daños que dellos ya habian rescibido, y haber tomado algunos indios, en las tierras de atras, por fuerza, que traian en los navíos, no sintieron bien de su nueva poblacion, y así, dice aquel piloto, arriba nombrado, Pedro de Ledesma, en el proceso susodicho, que los indios se alteraron en ver tomar posesion en su tierra, y lo mismo dijo el Almirante en la carta que escribió á los Reyes desde Jamáica, como ninguna gente hobiera del mundo, por bárbara é inculta que fuera, que muy mucho mal no sintiera dello y que lo consintiera, y que con armas y todas sus fuerzas no lo resistiera: esto no há menester prueba, porque ningun hombre de razon hay que no lo acepte y á boca dello no lo conceda. Y porque, por ventura, conocieron de los indios algunas señales de descontento, acordaron de adoballo con añidir mayores agravios y más injustos y violentos, y éstos fueron prender al señor de la tierra, y su mujer y hijos, para dalles las gracias del buen acogimiento que les hicieron, y así D. Hernando, como hombre que alcanzó poco del derecho destas gentes, y de tener por injusticias las primeras que su padre comenzó en esta isla, contra los naturales della, segun que en el primer libro queda declarado, dice aquí, que se tuvo noticia por vía del intérprete, que, «Quibia, rey de Veragua, tenia deliberado de venir secretamente á poner fuego á las casas y matar los cristianos, porque á todos los indios pesaba mucho que poblasen en aquel rio, y pareció que para castigo suyo, y escarmiento y