Página:Historia de las Indias (Tomo III).djvu/168

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
150
Historia

que ellos se meterian en el navío que les quedaba, y se irian por esa mar, poniéndose á cualquiera peligro, donde la ventura los echase, y no faltaban ya entre ellos algunos motines y desobediencias al Adelantado y á los otros Capitanes. Con estas nuevas, y respuesta ó disposicion dellos, se volvió como vino aquel piloto, Pedro de Ledesma, nadando, á la barca que por allí le esperaba, y lo tomaron, y fué á dar relacion de todo lo que pasaba al Almirante. Sabido por el Almirante el desbarate y muertes de los que perecieron en la barca, y la indignacion de los indios contra ellos, y que no se podia fácilmente aplacar como estuviesen tan lastimados y agraviados, la disposicion y propósito de no querer quedar los Españoles, que le movió principalmente más que otro de los dichos inconvenientes, determinó de los recoger, aunque no sin gran peligro, por tener los navíos en costa tan brava, sin algun abrigo ni esperanza de salvarse á sí y á ellos, si el tiempo más arreciara. Quiso Dios, por su bondad, que dentro de ocho dias que allí estuvo, á beneficio sólo de las amarras, el tiempo abonanzó, y los de tierra, con su barca y con dos canoas grandes, atadas una con otra porque no se trastornasen, pudieron comenzar á recoger sus cosas, procurando cada uno de no se dormir para el embarcar; y así, en obra de dos dias, no quedó cosa en tierra de cuanto tenian, si no fué el casco del navío, que por la mucha bruma estaba innavegable. Todos así embarcados, se hicieron á la vela en los tres navíos, tomando el camino por la costa arriba del Levante; llegaron á Bel puerto, y allí fueron forzados á desmamparar el un navío, por la mucha agua que hacia, que no podian vencer ni agotar. De allí pasaron arriba del puerto del Retrete, á una tierra que tenia junto muchas isletas, que el Almirante llamó las Barbas, y creo que hoy es el que pintan en las cartas el golfo de San Blás; y cuando no nos cataremos, estos que hacen cartas les pornán de Sant Nicolás, segun cada dia se escriben novedades. Pasaron más diez leguas adelante, y aquí fué lo postrero que de tierra firme vieron, y aquí la dejaron. De lo cual parece que no puso el Almirante nombre al puerto que