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Historia

CAPÍTULO LXI.


Estuvieron en aquel pueblo los españoles todo lo que les plugo y quisieron estar, sirviéndoles los indios como si fueran padres y hermanos; y, despues de sanos y hartos y recreados, dadas las gracias al Señor y á los demas, y con muchos indios cargados de comida y de sus hatillos, que el Cacique ó señor les dió, que los guiasen y acompañasen hasta ponellos en otros pueblos, pasado un despobladillo que por allí hay, por ser tierra muy baja, que creíamos, los que despues por allí pasamos, que otro tiempo debia ser aquello mar, finalmente, llegaron á la provincia y pueblo llamado Macáca, la media sílaba luenga; allí los rescibieron muy bien los indios, y hospedaron, como los indios universalmente lo suelen hacer donde no han sido primero agraviados. Los españoles, como se vian aislados, y no remedio para salir de aquella para esta isla, y redujesen á la memoria estar españoles en la de Jamáica, la cual distaba de donde habian llegado obra de 20 leguas, tractaron entre sí de quién se atreveria pasar en una canoa ó barquillo de indios, á dar nuevas en Jamáica dellos, y del estado en que estaban y habian venido. Ofrecióse luégo un Pedro de Ordás, diciendo que él iria, (no me acuerdo si fué solo él ó le acompañó alguno de los otros), rogaron al Cacique ó señor del pueblo que les diese una canoa esquifada ó proveida de indios, para que pasasen á Jamáica; hízolo de muy buena voluntad, y proveyóles de comida con todo lo necesario, cuanto fué posible. Partiéronse y llegaron á la isla, y dieron noticia á Juan de Esquivel, Teniente, que el Almirante habia enviado allí, pocos dias habia, como en el capítulo 52 dijimos, el cual proveyó luégo de una carabela que allí tenia proveida de lo que habian menester, para que trujesen á Hojeda y á todos los