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Historia

y por las señales que por señas las gentes de aquellas islas, que ya traia consigo en los navíos voluntarias, le daban, entendió dejar atras esta grande y felicísima isla Española; tornó para ella y desde á pocos dias la vido. Navegando, pues, por ella de Poniente á Oriente, y comunicando con muchos de los vecinos y con algunos señores principales que reinaban en ella, el tiempo que le pareció, dejado 38 hombres en la tierra y reino de un muy virtuoso Rey llamado Guacanagarí, la última luenga, el cual le habia hecho grande y paternal hospedaje y abrigamiento, dió la vuelta á los reinos de Castilla, para dar relacion y nuevas tan nuevas á los Reyes Católicos que le habian enviado, lo más presto que pudo. Padecidos á la vuelta en la mar inmensos é increibles trabajos y peligros, llegó con grandísima y turbulentísima tormenta á Lisboa, en Portugal, á 4 dias de Marzo del año siguiente de 1493; de allí entró en el dicho puerto de Palos, de donde habia partido á 15 dias del mismo mes de Marzo, por manera que tardó en todo su viaje seis meses y medio, que fueron 225 dias, y viérnes salió y viérnes descubrió y viérnes tornó á entrar en el mismo puerto de donde habia para este descubrimiento salido. Para tractar, pues, en suma, la dispusicion, descripcion y calidades destas regiones, reinos y provincias, y las condiciones naturales, policías y costumbres de las gentes y naturales habitadores dellas, parecióme comenzar por esta isla Española, pues fué primero que lo demas, de lo principal hablando, descubierta, y su excelencia, bondad, fertilidad y grandeza merece, cuanto á ser isla, que á todas las tierras sea prepuesta. Della más singularmente que de todas las otras tractaremos cuanto á la descripcion, porque más que de alguna otra, su sitio, su grandeza, su latitud, su longura, sus provincias, sus calidades, fertilidad, felicidad y amenidad, más que otro á lo que creemos, por muchos años de experiencia de propósito y mirando en ello, penetramos y cognoscimos.