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Historia

de lana, por dos y tres años á las criaturas, desde que nacen, que las empinan un palmo grande, las cuales quedan de la hechura y forma de una coroza ó de un mortero de barro muy empinado, y esta costumbre tienen los Ginoveses, y tanta industria y diligencia ponen para que las criaturas tengan las cabezas muy empinadas, puesto que no redondas sino llanas, como vemos, que cuasi parecen á las gentes que en esta Isla moraban. Por privilegio grande concedian los del Perú á algunos señores, y que ellos querian favorecer, que formasen las cabezas de sus hijos de la forma que los reyes y los de su linaje las tenian. Las de las gentes de los Lucayos y de la isla de Cuba y Jamáica, segun me puedo acordar, las tenian cuasi como las nuestras ó que más nos parecian en las figuras dellas; muchos tienen las frentes cuadradas de moderada grandeza, que es buena señal, como en el cap. 24 digimos; los cabellos todos comunmente los tienen negros y moderadamente delgados y correntíos y blandos, y cuando niños no tan negros sino que tiran á castaños, que significa buena composicion, como parece allí en el dicho capítulo. Y porque dice el Eclesiástico, cap. 19: Ex visu cognoscitur vir, et ab occursu facici cognoscitur sensatus: amictus corporis et risus dentium et ingressus hominis enunciant de illo: En la vista y en la cara, en el andar y en la risa, se conoce el hombre y el seso y entendimiento de cada uno; digo verdad, la cual muchos y todos los que tienen noticia en aquestas partes la saben si la quieren confesar, que así en los niños como en los grandes, como en mujeres y hombres, y señaladamente en los hombres, se ve y conoce tanta modestia y mansedumbre, tanta composicion, tanta vergüenza, honestidad y mortificacion y madureza en los actos y meneos exteriores, en la vista, en la risa, en la compostura de la cabeza é inclinacion de la frente y de los ojos, y en el andar, y en gran manera en la habla (que de pura reverencia y humildad mudan la voz, que