„Saltarlo ni los hombres, ni Caballos,
„Y el ímpetu refréne de los Teucros,
„Si intentan en la guerra tan ardiente
„Asaltarnos sobervios nuevamente.”
Asi dixo; y los Reyes lo aprobaron,
Los Troyanos tambien al mismo tiempo
En el alto alcazar de Ilión tenian
Una junta confusa y turbulenta,
Inmediato á las puertas de Priämo.
El prudente Antenor para aplacarlos
Se levanta, y les habla de esta suerte:
„¡Oh Troyanos, Dardanios y Auxiliares!
„Escuchad, y os diré lo que me dicta
„Mi ánimo en el pecho en favor vuestro,
„Y es, que la Argiva Elena y sus riquezas
„Volvamos sin tardanza á los Atridas,
„Pues nosotros ahora combatimos
„Despues de quebrantar los fieles pactos:
„Por lo que yo no espéro que nos salga
„Util ni favorable algun intento,
„Si esto mismo no hacemos al momento.”
Dixo asi; y á tomar asiento vuelve.
Entonces se levanta el divo Páris,
Marido de la hermosa ilustre Elena,
Y responde á Antenor de aquesta suerte:
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