Página:La Odisea (Antonio de Gironella).pdf/431

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
425


Pasa silbando los anillos todos.
«Telémaco, lo dice al hijo entonces
El héroe, ya tu huésped no te afrenta;
Al blanco supe dar y no ha costado
Gran pena al brazo mio armar al arco.
Sí: todavía queda al viejo pecho
Un resto de vigor, y retar puedo
Las burlas y las críticas del necio.
Mas en la cena solo ora pensemos
Y á coronar, cual siempre, los festines
Vendrán luego los bailes y conciertos.»
Al decir estas voces lanza al hijo
Una mirada aguda. Velozmente
Telémaco la fuerte espada ciñe,
La mano apoya en la terrible lanza,
Y, de acero y de cobre relumbrante,
De pié al lado del padre está ya fijo.





CANTO VIGÉSIMOSEGUNDO.





VENGANZA.



Arroja Ulises todos sus harapos
Y al umbral de la puerta se abalanza,
Con el arco, las flechas y la aljaba.
Aquellas todas á sus piés las tira
Con esforzada voz entonces grita:
«Una prueba inocente hemos pasado;
Ora hay que dar en mas robusto blanco.
Veremos si lo acierto y si permite
Apolo que consiga yo tal lauro.»