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V. BLASCO IBÁÑEZ

res. Entonces se acordó del Alcázar de Toledo, que parece dominar desde su altura á la catedral, intimándola con la pesada mole de sus torres. Eran las cornetas de la Academia Militar.

A Gabriel le hicieron daño estos sonidos. Había perdido de vista el mundo, y cuando se creía lejos, muy lejos de él, sentía su presencia un poco más alla de los tejados del templo.