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San Agustín

cia é inconsecuencia que se sigue de que pisando uno cualquier ente haya de pisar y hollar parte de Dios, y que matando cualquier animal haya de matar parte dé Dios? No quiero referir todas las reflexiones que pueden ocurrir á los que lo consideraren maduramente, y no se pueden indicar sin notable pudor.



CAPÍTULO XIII

De los que dicen que solos los animales racionales son parte del que es un solo Dios.


Y si se obstinan en sostener la errada máxima de que solamente los animales racionales, como son los hombres, son partes de Dios, no puedo comprender este silogismo: si todo el mundo es Dios, ¿por qué separan de sus partes á las bestias? Pero já qué es necesario porfiar? Del mismo animal, esto es, del hombre, ¿qué mayor extravagancia pudiera creerse si se intentara defender que azotan parte de Dios cuando azotan á un muchacho? Pues querer hacer á las partes de Dios lascivas, perversas, impías y totalmente culpables, ¿quién lo podrá sufrir, sino el que del todo estuviere demente, ó fuera de sí? Finalmente, ¿para qué se ha de enojar con los que no le adoran, ai sus partes son las que no le veneran? Resta, pues, que digan que todos los dioses tienen sus peculiares vidas, que cada uno vive de por sí y que ninguno de ellos es parte de otro, sino que se deben adorar todos los que pueden ser conocidos y adorados, porque son tantos, que no todos lo pueden ser, y entre ellos por cuanto Júpiter preside como rey, entiendo se persuaden que él les fundó y acrecentó el imperio romano. Y si este prodigio no le obró esta dei-