İN quien no puede suceder cosa alguna de nuevo, y en quien no hay cosa mudable? Y porque oyendo nosotros esta doctrina no nos inquietara acaso alguna duda, inmediatamente respondió, hablando con el mismo Dios: secundum' altitudinem tuam multiplicasti filios hominum, «conforme á tu grandeza multiplicaste á los hijos de los hombres». Sientan, dice, los hombres y estén satisfechos de lo que piensan, é imaginen lo que les agrade y todo cuanto quieran, y de eso disputen y conferencien: vos, Señor, conforme a vuestra grandeza y majestad, la cual no puede comprender ningún entendimiento humano, multiplicaste los hijos de los hombres; porque es asunto muy pecabroso, profundo é incomprensible el querer investigar cómo Dios fué siempre, y cómo quiso hacer primeramente en algún tiempo al hombre, que nunca antes había criado, y cómo, sin embargo, no mudó ni de dictamen ni de voluntad.
CAPÍTULO XV
Pues así como no me atrevo á decir que Dios nuestro Señor alguna vez no fué Señor, así no debo dudar de que el hombre nunca fué antes, y que en cierto tiempo fué primeramente criado; pero cuando considero. de que pudo ser siempre Señor, si la criatura no fué ó no existió siempre, tamo afirmar cosa alguna, porque me considero á mí mismo, y advierto también T