cación, adornándola por su parte las ficciones y mentiras de los poetas, y encaminándolos é induciéndolos á au adoración los cautelosos espíritus; pero más fácilmente pudo suceder que el impío joven, temeroso de que su cruel padre le matase, y codicioso del reino, echase y despojase de él á su mismo padre, que lo que Varrón interpreta cuando dice que Saturno, su padre, fué vencido por Júpiter, su hijo; porque primero es la causa que pertenece á Júpiter que la simiente que toca á Saturno; pues si esto fuera cierto, nunca Saturno fuera primero, ni sería padre de Júpiter, mediante á que siempre la causa precede á la simiente, y jamás precede ó se engendra de la simiente; pero mientras procura adornar, como con interpretaciones naturales, fábulas vanas ó algunos hechos particulares de los hombres, aun los hombres más ingeniosos se meten en un caos tan lleno de confusiones, que nos es forzoso dolernos y compadecernos de su vanidad y fanatismo.
CAPÍTULO XIX
Luego la tierra debió llamarse Saturno y no las semillas, porque ella en algún modo es