rón y de la hembra; y así lo que en ningún otro lugar, se halla antes del Diluvio, & excepción de Eva, expresamente se ponen por sus nombres propios también las mujeres de aquel hombre que se nombra aquí en el úl timo lugar por padre. Y así como Caín, que quiere decir posesión, fundador de la ciudad terrena, y su hijo, en cuyo nombre fundó Enoch, que quiere decir dedicatoria, muestran que esta ciudad tiene su principio y su fin todo terreno, donde no se espera más de lo que puede verse en este siglo; así siendo Seth, que quiere decir resurrección, padre y cabeza de las generaciones que se refieren aparte, importa que veamos qué es lo que dice de su hijo esta sagrada historia.
CAPÍTULO XVIII
ca pertenece á Cristo y & su cuerpo, esto es, á an Iglesia.
«A Seth, dice, le nació un hijo, y le puso por nombre Enos. Este esperó invocar el nombre del Señor Dios» (1). Efectivamente, clama el testimonio de la verdad: así como con esperanza vive el hombre hijo de la resurrección, con confianza vive entretanto que peregrina por la tierra la Ciudad de Dios, la cual se funda y engendra de la fe de la resurrección de Jesucristo; porque en aquellos dos hombres, Abel, que quiere decir llanto, y su hermano Seth, que significa resurrección, se nos prefigura la muerte del Salvador, y su vida resucitada de ente los muertos: de la cual se engendra (1) Génesis, cap. IV. Et Seth natus est flius; et nominabit nomen ejus Enos, hic aperavit invocare nomen Domini Dei.