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San Agustín

añade será así, que el que metáfora, así como se dicen pies, manos y otros miembros del cuerpo. Y para que, según esta doctrina, no creamos que el hombre en esta figura exterior del cuerpo le crió Dios á au semejanza, se añaden asimismo las alas, las cuales no tiene el hombre, y se dicen particularmente de Dios (1): «ampárame debajo de la sombrade tua alas», á efecto de que entendamos que esto. se dice de aquella inefable naturaleza, no con lenguaje propio, sino metafórico.

Lo que hubiere quedado de tu casa vendrá á adorarle», no se dice propiamente de la casa de Helí, sino de la de Aarón, de la cual, hasta la venida de Cristo, hubo hombres de cuyo linaje aún hasta el presente no faltan; porque de la casa de Heli ya había dieho arriba: «y todos los i que restaron de tu casa morirán á cuchillo». ¿Cómo pudo decirse aquí con verdad, «y será así, que el que hubiere quedado de tu casa vendrá á adorarle», si es cierto que no ha de escapar nadie del rigor del cuchillo, sino porque quiso que se entendiese que pertenecen al linaje y descendencia, y no de cualquiera, aino de todo aquel sacerdocio, según el orden de Aarón? Luego existen reliquias predestinadas, de quien dijo el otro profeta (2): «que las reliquias se salvarán», conforme á lo cual, añade el apóstol (3): «así también ahora se salvan las reliquias, según la elección de la gracia», esto esrestan aún muchos judíos escogidos por la divina gracia que se salvan; pues muy bien se entiende que es de estas tales reliquias, aquel de quien dice: «el que hubiere quedado de tu casa, sin duda que cree en Cristo»»; (1) Salmo 16. Sub umbra alarum tuarum protege me.

(2) Isaías, cap. XX, y San Pablo, ep. á los romanos, cap. IX.

Reliquiae salve flent.

(8) Salmo 11. Sic ergo et in hoc tempore reliquia per electionem gratie, salve facta sunt.