Página:La guerra gaucha.djvu/213

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
214
LA GUERRA GAUCHA

Gritaron amenazas, blasfemias; pero atemorizándose entonces, el cretino se restituyó á su risa.

Habláronle de nuevo, lentamente, silabeando sus preguntas y completándolas con ademanes. El río... La creciente... Las mulas... Los sables... El rey...

Una niebla veló el rostro del imbécil; la risa se le sumió en la garganta, y acaso por vez primera un pensamiento lo iluminó. Aquella cara, de grotesca se tornó horrorosa, como si el embotado pensamiento enmascarara de bronce su fealdad. Hesitó todavía un instante; su ademán divagó hacia el río, montaron los hombres, y el grupo, guiado por él, tranqueó.


Cerca de aquel sitio, en una tapera, percibíase á veces retumbos de yunque, ácidos chirríes de amolador, bufidos de fuelle, y por la noche torbellinos de chispas. Tratábase de un taller patriota que un indio viejo y el cretino maniobraban. Unas ovejas los nutrían, y aprovechando el fresco, trabajaban de noche.

El fuelle construido con una panza de buey, alentaba sobre el hogar; el muchacho exhibía risibles transportes cuando en la oscuridad, desnudo hasta la cintura, con los lomos rusientes de calor