Página:La romana. Presencia de la mujer en las Elegías del Corpus Tibullianum.djvu/85

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las oposiciones «rústico-urbano», «niño-joven», «animales-hombres» (de tono lucreciano), «sanctus-infamis». El atributo infamis tiene aquí su valoretimológico (privado de fama, i.e. buena fama), pero probablemente también incluya un sentido próximo a nuestro coloquial «infame» castellano, en el sentido de "despreciable", "ruin". La mujer, que sólo en el anteúltimo verso (v.59) resultará Némesis, aparece en un repentino tibi: At tibi, quae pretio uictos excludis amantes, eripiant partas uentus et ignis opes: quin tua tunc iuuenes spectent incendia laeti, nec quisquam flammae sedulus addat aquam; seu ueniet tibi mors, nec erit qui lugeat ullus nec qui det maestas munus in exsequias. vv.39-44 Pero a ti, que rechazas a los amantes vencidos por el botín, el viento y el fuego te arrebaten las riquezas conseguidas, de modo que los jóvenes contemplen entonces alegres tus incendios, y nadie, con solicitud, eche agua a la llama; vendrá para ti la muerte, y no habrá nadie que te llore, ni quien entregue las ofrendas en las desoladas exsequias. La condena trae ecos de las reiteradas amenazas anteriores ( tanto del Libro I como del II) acerca del oprobio de la vejez. El ideal rústico de la se transforma en motivo de humillación para la mujer desdeñosa del amor auténtico, y la misma muerte resulta ominosa. Contra esta figura, se recorta la a paupertas de la bona: At bona quae nec auara fuit, centum licet annos uixerit, ardentem flebitur ante rogum; atque aliquis senior ueteres ueneratus amores anınua constructo serta dabit tumulo et «bene» discedens dicet «placideque quiescas, terraque securae sit super ossa leuis.» vv.45-50 85