Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/105

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 107 —

PAM

—Exactamente. Ese es el punto, no lo olvide usted. Ahora, ¿quiere usted hacerme el favor de subir á esa claraboya y oler el marco de madera? Yo me quedo aquí, porque tengo este pañuelo en la mano.

L Hice lo que me indicaba, y en el acto sentí un fuerte olor á algo como alquitrán.

—Quiero decir que, para salir, apoyó el pie allí. Si usted ha podido descubrir el rastro, me parece que Toby lo hará también, y sin dificultad. Ahora, corra usted abajo, suelte el perro, y fijese en lo que va á hacer Blondin.

En el tiempo que yo empleé en bajar al jardín, ya Sherlock Holmes estaba en el techo, y deslizarse lentamente, como desde abajo le una culebra, por el borde del tejado. Pronto se perdió de vista detrás de un grupo de chimeneas, pero luego reapareció, para desaparecer otra vez, hacia el otro lado del techo. Di la vuelta á la esquina de casa, y lo vi sentado en la punta de una viga.

Es usted, Watson ?— me gritó.

—Sí.

—Este es el sitio. ¿Qué es eso que hay allí?

Un barril de agua.

—¿Lleno?

—Si.

No ve usted por allí ninguna escala?