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CARAPACHAY
Alzada la esbelta proa
El agua en flancos riza Y rápida se desliza
Como un cisne, mi canoa.
Los sauces, la cabellera
Sumergida entre las ondas,
Alzan murallas de frondas
En una y otra ribera.
En lechos de algas, mecidos Por una brisa indolente,
Al paso de la corriente Tiemblan los juncos dormidos.
Hojas, flores, abandona
El árbol al lado mío
Porque ha empezado el estío A deshojar su corona.
A veces furtiva lanza Un destello a la pupila
Una luz que tiembla, oscila Y se extingue en lontananza.
Y a veces, lejano suena
Un rumor que hasta el oído Llega claro, difundido
En la atmósfera serena.
Ya es el golpe acompasado De algún remo que voltea, Ya es el ave que aletca Entre cl ramaje callado.
La noche está transparente, Tibia, vestida de gala,
Y mi canoa resbala
Sobre la tersa corriente.
Y en tanto, con el desvelo De la madre ante la cuna, Está mirando la luna
El paisaje, desde el ciclo.
Martín CORONADO. (Argentino.)
Casa en la que veraneaba Sarmiento, en Carapachay, cuando fué presidente de la nación.