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el consejo, a que tanto los niños como las personas mayo- res ayudaran, en cuanto fuera posible, a mantener aseada la ciudad y a embellecerla. ¿Cómo? De una manera muy sencilla y que fué inmediatamente aprobada. Cada 'asocia- do se comprometería formalmente:
Asociados fabricando cajones para plantas,en el taller de la escuela.
A no arrojar a la calle papeles, cáscaras ni otros desperdicios;
A barrer la vereda de su casa y aun parte de la calzada, en las calles no servidas por barrenderos;
A no rayar con tiza o carbón las paredes de los edificios;
A no trepar a los árboles de las calles, para no estropearlos;
A no arrojar piedras con la honda para matar pájaros;
A no arrancar las flores ni pisotear el césped de los paseos y plazas;
A cuidar plantas en los balcones o azoteas de sus casas o en el retazo de tierra que algunas tienen en el frente.
Celina opinó que la asociación no sólo debía preocu- parse del embellecimiento de la ciudad, sino también de su
