Página:Los Césares de la Patagonia.pdf/149

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

veréis en el el amor que os tengo. ¿Quién será el primero que descargue sobre mí su macana? ¿Quién será el primero que me corte la cabeza? Matad á vuestro padre, quitadme la vida, que á vosotros os la quitáis. El morir será para mí una ganancia, porque iré á gozar del gran premio que me tiene Dios en el cielo preparado por lo que he trabajado por vosotros, solicitando vuestra salvación y quietud. Vosotros sois los que perderéis; que como amáis vuestros animales, vuestros arroyos y vuestros bebederos, así os amo yo á vosotros; y perdiéndome, perderéis vuestra, libertad y la dulzura de vuestra chicha, que es lo que más estimáis."

Maravillados quedaron los indios de ver un ánimo tan superior y tan despreciador de la vida; y como entre ellos son de tanta estima los valientes y animosos, cobraron gran concepto de Mascardi y comenzaron á aficionársele. Viendo esto un cacique, se levantó muy atufado á hablar en nombre de la milicia. Su nombre era Marinahuel, mancebo de robusta fuerza, feroz en su aspecto y arrogante en sus acciones, iracundo en el obrar y estimado por su lanza. El bárbaro echó el pecho afuera, vestido á la usanza puelche: una piel de guanaco á la cintura, que llegaba hasta las rodillas; una camiseta colorada y el cabello trasquilado á raíz, sólo con