salos mismos; pero que no pensaban en ser , sio más di más, sólo por su gusto , traidores á la Grecia .
XXXI. Recibida tal respuesta é irritados por ella los Tesalos contra los Focenses, resolviéronse á servir de guia al bárbaro en su camino. Desde la comarca Traquinia en • tráronse por la Dórida[1], pasando por aquella punta es. trecha de la misma que de ancho no tiene más de30es . tadios, y viene á caer entre los limites de la Mélida y do la Fócida. Llamábasc antiguamente la Driopida, cuya re. gion es madre patrio de los Doricos que habitan el Pelo. poneso . Los bárbaros, pasando por ella , no hicieron alli hostilidad ninguna , así por ser amiga de los Medos, como por no parecerles bien á los Tesalos el que la bicieran ,
XXXII. Pero dejada ya la Dórida y entrados en la Fo . cida , no pudieron haber á las manos á los Focenses; pues una parte de éstos sc habian subido a las eminencias del Parnaso , cuya cima , puesta enfrente de la ciudad do Neona , es tan capaz que parece 'hecha do propósito para dar acogida á mucha gente . A esta cima, llamada Titorea , donde antes ya habian puesto en seguridad sus cosas, ha biase, como digo, subido y refugiado una parte de los fo censes; pero otra más crecida de los mismos, habiendo pasado hacia los Locros Ozolas, se acogió á la ciudad do Amfisa[2], que está situada sobre la llanura Crisca. No pu diendo , pues, los bárbaros dar con los Focenses , hicieron correrias por loda12tierra dc Fócida, guiando los Tesalos el ejército , y cuanto a las manos les venia todo lo incen diaban y talaban , pegando ſuego á las ciudades y á los templos.
XXXIII. Y en efecto , marchando por las orillas del rio