prohibido, aun en medio del combate, el empleo de me- dios ilícitos, comolasarmas envenenadas, las que cau- sen doloresinútiles, las balas rójas, el auxilio de los sal- vajes, el asesinato, la muerte de los prisioneros, la vio- lación dela palabra.
La ocupación militar trae el imperio de la ley mar- cial y suspende las autoridades regulares que antes existian dando derecho para tomar medidas adminis- trativas y de policia.
Los ciudadanos no pueden ser considerados como enemigos, ni tratados como tales sino toman parte en la lucha. Las ambulancias y hospitales deben ser protegidos y respetados, porque el objeto de la guerra noes la destrucción, ni el esterminio.
125. Respecto álos bienes, la barbarie de los an- tiguos autorizaba los actos inhumanos de incendiar, demoler, saquear y entregarlo todo al pillaje y devas- tación.
Este derecho de privar al enemigo de hacer la gue- rra, se halla hoy limitado al secuestro de los bienes públicos que tieden relación directa con la guerra: las armas, municiones, arsenales, etc.; debiendo excep- tuarse los establecimientos que tienen un fin social más que político, como los templos, escuelas, biblio- tecas y museos.
Mayor protección goza aún la propiedad particu- lar: tos inmuebles no son apropiables, ni es admi-
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