Página:Mensaje Presidencial del 21 de Mayo de 2000.PDF/28

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Históricamente hemos tenido una política exterior sustentada en ciertos principios permanentes: el apego al Derecho Internacional, la intangibilidad de los Tratados, solución pacífica de las controversias, respeto a la autodeterminación de los pueblos.

En los últimos años cabe agregar la adhesión irrestricta al orden mundial de los derechos humanos, y a los valores de la democracia, el desarrollo social, la equidad de género, el respeto a la diversidad étnica y cultural, la protección del medio ambiente, la apertura económica y el proceso científico y tecnológico.

Sin embargo, al definir nuestra política exterior para el siglo XXI, cómo incorporamos el hecho que por primera vez desde que somos país independiente, hay una sola gran potencia política y militar. Cómo incorporamos el hecho de que hay tres grandes bloques económicos y que si el 50% de nuestro producto depende de lo que ocurra fuera de nuestras fronteras, tenemos un orden internacional que está en proceso de rearticularse completamente. Por eso hemos dado prioridad a nuestras relaciones con América Latina y en especial a los países del Mercosur. Porque me parece esencial la política exterior, una vez que los países nacen a partir de su realidad regional.

En este mundo que se está articulando si no hablamos con una sola voz, no seremos oídos. Para hablar en este mundo y resolver donde se discuten las nuevas normas, quién las discute, cómo las discute, de qué carácter son en el orden económico y regulatorio internacional, en esta aldea global, quién va a fijar las normas, cómo nos incorporamos en ese debate, como el pequeño país que somos.

Este es un profundo desafío desde el punto de vista de nuestras relaciones internacionales y de nuestra política exterior. Está en la esencia de nuestro país, no es indiferente que otros nos digan cómo deben ser las normas medioambientales, los flujos internacionales de capital que van y vienen que pueden generar crisis como las que acabamos de superar, los acuerdos de Bretton Woods después de la Segunda Guerra, son ya historia.

Hoy día hay un nuevo debate, tenemos capacidad para participar en él o seremos simplemente meros espectadores.