Página:Mensaje Presidencial del 21 de Mayo de 2000.PDF/4

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada

Sin embargo, este cambio que ha tenido lugar en Chile no es sólo un cambio en Chile. Las tecnologías de la información y el conocimiento están produciendo una verdadera revolución planetaria, al punto que hoy esas nuevas tecnologías aportan un tercio del producto en muchos países desarrollados.

Entonces estamos entusiasmados por las posibilidades que abren estas transformaciones, especialmente para un país como el nuestro, distante de los centros del desarrollo mundial, pero dueño de una base de creatividad, inteligencia, confianza, orden económico y equilibrio institucional que puede convertirnos en una nación estrella del nuevo milenio.

Chile necesita un liderazgo que impulse el cambio para entrar a esta Nueva Época. Que lo gestione con audacia y con responsabilidad. Es lo que la ciudadanía respaldó en la última elección presidencial; es lo que espera del primer gobierno de este siglo. Es ahora tarea de todos los actores políticos materializar estas aspiraciones de cambio y de progreso para nuestro pueblo.

Si ahora Chile no emprende, ahora y no mañana, una nueva ola de reformas que lo pongan a la altura de los cambios que mueven al mundo actual, corre el riesgo, como sociedad, de quedarse atrás.

Por eso aquí hoy lo digo sin estridencia, pero con firmeza: EL NUESTRO SERÁ EL GOBIERNO DE LAS REFORMAS para llevar a Chile a ser un país desarrollado el 2010.

Emprenderemos reformas en las esferas social, política, económica y cultural. No cualquier tipo de reformas, porque lo que Chile necesita no es cualquier tipo de cambio, sino aquel que le permita a todos sus hijos crecer en igualdad y en libertad, que aquel que nace en esta tierra nuestra, tiene iguales posibilidades, no importa el lugar o la cuna en que nació.

Entrar a una nueva época no significa dejar de lado lo que está pendiente, y que nos lleva a mantener situaciones intolerables de pobreza, exclusión y desigualdad. Pero lo pendiente –que es urgente– no debe hacernos perder de vista los desafíos emergentes a que nos enfrentamos como país.