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su licencia de conducir u obtener subsidios del Estado. Sin duda aún queda mucho, mucho por avanzar, pero es justo y apropiado destacar que esto nos ha permitido alcanzar, en estos primeros dos años de Gobierno, las tasas más bajas de victimización, desde que en 2003 comenzó a aplicarse la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, y a Chile ser uno de los países con menos delitos violentos de América Latina, muy por debajo de Estados Unidos y varios países europeos.

Estas no son opiniones, son datos objetivos. Y es bueno que los conozcamos para no desalentarnos y seguir dando esta lucha sin tregua ni cuartel contra la delincuencia y el narcotráfico. Sé que para muchas personas estas cifras significan muy poco porque han sufrido en carne propia este drama, lo que nos duele a todos los chilenos. Y también, que basta que los medios informen de un asalto, un robo o un homicidio, para que todos nos sintamos sus víctimas y se acreciente así la sensación de inseguridad y temor.

Por eso, junto con enfrentar con una mano mucho más dura a los delincuentes y narcotraficantes, estamos extendiendo también la otra para acoger a sus víctimas. Ya aprobamos la reforma constitucional que asegura una defensa jurídica gratuita y profesional a todas aquellas que no puedan procurársela por sí mismas. Y como sabemos que no hay política más efectiva contra la delincuencia que la prevención y la rehabilitación, especialmente en el caso de los niños y jóvenes, durante el próximo mes ingresaremos a este Congreso el proyecto que crea el Servicio de Protección de la Infancia y la Adolescencia, y el que sustituirá al Sename por el Servicio de Responsabilidad Penal Adolescente. Y recién aprobamos la ley que creó un registro nacional de personas condenadas por delitos sexuales contra menores, para evitar que se acerquen y pongan en peligro a nuestros niños.

Aunque parezca increíble, hasta hace poco el país no disponía de un diagnóstico preciso de nuestra realidad delictual. Por ello, siguiendo una exitosa experiencia de la policía de Nueva York, pusimos en marcha un Sistema Táctico de Análisis del Delito, que nos está permitiendo conocer con mayor exactitud, dónde, cómo, cuándo, a qué hora y, en muchos casos, quién comete cada delito de alta connotación social. Con este sistema estamos fijando metas claras y específicas a cada comisaría, y éstas adaptando sus tácticas para controlar y prevenir los delitos.

Y esta nueva estrategia está dando resultados. En lo que va del año, solo en la Región Metropolitana, se han registrado tres mil delitos violentos menos que el año anterior. Estas no son estadísticas frías y lejanas, sino realidades muy concretas. Como que en 20 semanas, 90 mujeres se han librado de sufrir una violación o 500 transeúntes de sufrir un lanzazo. Logros similares comienzan a mostrarse en ciudades como Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Concepción y Puerto Montt. Y antes de fin de año, ampliaremos este sistema táctico a todas las regiones de Chile.

Además del aumento de diez mil carabineros y mil oficiales de la PDI que alcanzaremos durante nuestro Gobierno, hemos extendido el Plan Cuadrante a 17 nuevas comunas y estamos trabajando para sumar 33 más en dos años, de manera de proteger con más carabineros, carros policiales y cuarteles al 90 por ciento de nuestra población. Además, seguimos avanzando con el programa Barrio en Paz, que ha permitido que siete millones de habitantes y más de 23 mil locales comerciales, de 114 barrios en todo Chile, se beneficien con la instalación de cámaras de seguridad, nuevas luminarias, alarmas comunitarias y la realización de 200 mil controles policiales. Gracias a este plan, cientos de miles de personas han podido hacer sus compras escolares en el barrio Meiggs de Estación Central, transitar por la famosa Manzana 666, de Viña del Mar, o caminar por el centro de Santiago, por nombrar solo algunos lugares, con mayor tranquilidad.

Quiero destacar la eficaz labor realizada en algunos barrios críticos, como La Legua. Bajo el liderazgo del ministro del Interior y Seguridad Pública, la municipalidad, organizaciones sociales y religiosas y nuestras policías, hemos realizado una serie de programas urbanos,